jueves, 29 de abril de 2010

Olvido...(mis utopías)

Olvidar es una acción involuntaria que consiste en dejar de recordar, o de guardar en la memoria, información adquirida. A menudo el olvido se produce por el "aprendizaje interferente", que es el aprendizaje que sustituye a un recuerdo no consolidado en la memoria, y lo "desaparece" de la conciencia. Debemos recordar que uno recuerda que ha olvidado algo, es decir que sabe que tenía un conocimiento que ya no está allí, por lo tanto los recuerdos olvidados no desaparecen, sino que son sepultados en el inconsciente.

Olvidar...
estas siete letras me han tenido pensando en que significan, aparte de la definición he obtenido palabras de un viejo amigo, el cual me ayudó a comprender que el olvido es fatal, creo que mata, por lo menos a mi. Las personas olvidan tan rápido que ni si quiera se si denominar eso como memoria a corto plazo, las personas nunca se encargan en re-conocer a las otras, el mundo se vuelve cada vez más individual, y me duele, me duele por sobre todas las cosas en que ya no conocen las simplezas del mundo y la vida, que ahora solo te toca competir y ganar, y si te he visto no me acuerdo ( olvido). Pienso en que hasta yo misma a veces ya no disfruto de lo que tengo o lo que veo, mi amigo me preguntó...¿cuando fue la ultima vez que miraste el cielo?, le respondí... para el terremoto.. claro, fue el día en que las personas se sintieron más humanos que nunca, en que valoramos nuestras vidas y lo que teniamos más que nada, y re-cordamos hasta el compañero que tuvimos en sala cuna, nació nuevamente ese amor y ese cariño que tenías por alguien, la enemistad ya no existia, solo era un concepto utópico, paro bastó de un día para que la gente olvidara, para que la gente comenzara a pelear, a robar, para aprovecharse de las situaciones, para dejar de lado y seguir.

Afirmo, y confirmo que tengo pena, pena del olvido, pena de la gente que pasa y no se queda, pena de aquellas personas que amé y que ya no están por estúpideces, pena por el orgullo, pena... tengo mucha pena, de algunos amigos que ya no tengo, de que si yo no me ocupo ellos pasan, siento tristeza por ellos, por no disfrutar de aquello, por esmerarse en lograr ser una persona que trabajará lo que estudió y que ganará dinero, pero no por esmerarse en disfrutar del cielo, o del pasto, o de una tarde sentada mirando en como sonríe tu mejor amig@ por algo bueno que pasó... creo que la gente ya no siente por otro, creo que son pocos los que pensamos en el resto y finalmente en uno, creo que somos pocos los que no olvidamos así de rápido, creo que esos pocos somos los más propensos a dejarnos llevar, a veces, por este mar de cabezas olvidadisas, creo que cada vez es más utópica la felicidad, creo que a veces se constituye de fragmentos y que jampas podremos lograr completar el rompecabeza de la felicidad, porque son simplemente piezas que no coinciden, creo que mientras sigamos olvidando nosotros tambien seremos olvidados, creo y temo que el amor algún día también será olvidado... y se hable de ello como la felicidad, sólo un concepto, sólo algo intangible, que no se puede sentir, que sólo puedes tener momentos o fragmentos de el, y que serán pocos los que se cuestionen el por qué no sienten, el por qué olvidamos y por qué el mundo insiste en olvidarse....



Cristina Céspedes Z.

jueves, 22 de abril de 2010

"Re-cordis" ...a mi mejor amiga....

Hoy extraño, recuerdo, vuelvo a pasar por el corazón, pienso en el amor (sin muerte), según esto nunca muere….

Si no muere, sigo sintiendo amor, es extraño, pero es verdad, extraño muchas cosas, extraño cosas que nunca pasaron, extraño por sobre todo a dos personas, dos personas importantísimas en mi vida, pero hoy me centraré sólo en una, la más importante, la que me ha recogido todas las veces que me he caído, la que ha tenido que tender sus brazos todas las veces que he llorado, la que tuvo que hacer de canaleta para tragar conmigo mis dolores, a esa persona le digo que la extraño, esa persona que desde la conocí siempre fue indispensable para mi, que a pesar de que nos alejamos siempre era la que estaba conmigo en todas, a esa persona extraño.

Me duele la garganta del nudo inmenso que tengo, no se por qué, pero me emociona hablar de esta persona, tiene ese aire de ser buena persona, inteligente, amigable y fiel, esta persona puede dar incluso lo que no tiene por quien quiere, esta persona que extraño, tiene un corazón que incluso ningún gigante posee, esta persona es tolerante, esta persona es persona, le ha tocado caer, sufrir, llorar, reír y vivir lo que para algunas personas sería el caos, pero sigue viva, sigue sintiendo, sigue feliz, y aunque muchas veces tuvo que recurrir a mi para hacer más liviano su dolor me siento orgullosa de esta persona, siento orgullo de poder compartir cada momento con una amistad demasiado linda, me siento orgullosa porque tuve la suerte de conocerla y de que se convirtiera en mi mejor amiga, Josefa, hoy te recordé, te volví a pasar por mi corazón y en fracciones de todos los días ….te extraño mejor amiga.


P.S: Gracias mejor amiga por los buenos y los malos momentos, supimos crecer, supimos mirar, supimos amar y por sobre todo, recordarnos cada día que una sonrisa puede nacer desde el más pequeño de los detalles, que son infinitas y que la esperanza jamás se perderá, porque las sonrisas existen...




Cristina Céspedes zavala

sábado, 10 de abril de 2010

Al pequeño hombrecito...

Que es una decisión? Que es felicidad?, que es un te amo?, son palabras que gradualmente entran a la mente como concepto y definición, ahora, tengo mis ojos brillantes de llanto, tengo mi mente analizando cada concepto, cada definición, y si llegas a un punto en que te cuestionas todo, eres yo, la verdad que desde un punto en mi vida, he estado tomando decisiones constantes que cambiarán por completo lo que es mi presente y “futuro”, pero también se que desde un punto en mi vida, he tomado decisiones erróneas, he hecho estupideces, he dicho estupideces, y a consecuencia obtengo esta ensalada que tengo en mi cabeza, podría haber arreglado muchas cosas o pude haber evitado muchas cosas, pero de alguna manera no lo hice, y por primera vez en mi vida, no le veo un sentido a todo eso que hice en ese entonces, algunos se preguntarán ¿ por que digo esto? Y otros sabrán por qué lo digo, un día dejé un trozo de amor en alguna parte y alguien la encontró, y desde esa vez se que jamás me lo devolverá, se fue con el, ese hombrecito que se dignó a recoger a lo que era en ese entonces amor, amor que estaba constituido por penas, rabia, euforia, confusiones y una serie de elementos que prefiero omitir y que poco a poco supo transformarlo y adiestrarlo en algo distinto, en el verdadero amor, cuando volví a encontrar ese trozo que me faltaba lo encontré distinto, lo encontré gracioso, agradable, acogedor, armonioso, entregado y transparente, había sido el amor que nunca conocí y que por suerte lo pude tener un rato en mis manos, pude recepcionarlo en mi corazón y por culpa de mis constantes equivocaciones logró enraizarse, ya para cuando el nuevo dueño lo quería de vuelta lo tomó y rasgó una parte muy significante de mi corazón, desde luego me acostumbré a vivir con solo un trozo de mi corazón y con una parte de mi amor, y aún así seguí tomando malas decisiones, cada día que me encontré con ese pequeño hombrecito, el dueño del trozo de mi amor + corazón, sentía algo extraño, un agradecimiento, una alegría, sentía cosas lindas por aquel personaje, pero siempre sabía como hacer que el momento se convirtiera en algo horroroso, lo hice sentir mal, pobre hombrecito, soportando de una desconocida que lo tildaran de ladrón de corazones, pobre hombrecito, que hizo de ese trozo el mejor amor que pudo existir en un corazón, pobre hombrecito, que no pudo más con la humillación y el dolor, de sentir que no servia y no ayudaba a esa persona que le faltaba ese trozo de corazón, pobre hombrecito, que no estaba acostumbrado al amor y lo encontró conmigo, pobre hombrecito, que tendrá que cargar con ese trozo. Ya no puedo pedírselo, ya no puedo exigirlo, ya no tengo mi trozo de corazón, el hombrecito lo tiene y simplemente lo tendrá siempre, cargará con el amor mas dulce y rico que he sentido, cargará con dudas y con desánimos de sentir que quizás pudo arreglar las cosas, cargará con la existencia de algo que fue poderoso, a mi parecer, pero lo que es yo, no quiero que siga cargando con todo eso, yo a ese hombrecito le pido disculpas por todo el daño que le hice, por el sufrimiento y sus constantes confusiones que le provoqué, quiero que sepa ese hombrecito que siempre lo quise y que siempre lo querré, que aún puedo sentir lo maravilloso que era con ese trozo que se quedó el, y que lo dejo, dejo que se vaya, dejo que se sea libre, desaparecer de su vida suena complicado pero lo haré, no le pediré mi trocito de vuelta pero le ruego que lo cuide, para la próxima vida, pequeño hombrecito, se que es aún un niño para entenderlo, se que su cabeza está en otra parte distinta a la mía, se que nuestras visiones no son las mismas, pero en esencia lo fuimos un día, si llegamos a ser una persona completa en esta vida, buscaré que lo seamos en otra, por el momento me rindo, pero tendré mi nueva partida, pequeño hombrecito lo quiero mucho, nos vemos… no hoy, no mañana, ni el próximo año, ni el que sigue… nos vemos por ahí, cuando la vida quiera y nuestra esencia vuelva a ser la que fue cuando nos conocimos…

Discúlpame.




P.D: En memoria de un recuerdo de amor, que hoy descanza en paz en nuestros corazones...





Cristina Céspedes Z.

viernes, 2 de abril de 2010

La gente que me gusta...

Estas vez cito al escritor, aludiendo a mi gusto, más grande de la última época y relata el tipo de gente que debería existir en este mundo :)


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.

A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.



Mario Benedetti