sábado, 21 de octubre de 2017

Ayer caminaba por estación central de vuelta a mi casa, hace días que venía sintiendo el pecho apretado y una angustia que aparecía y desaparecía, el motivo lo tenía clarísimo, pero no lo iba a asumir, mientras caminaba esa sensación comenzó a crecer, sentí ganas de correr de ahí, de estar ojalá en un lugar completamente distinto a una estación de buses un día viernes a las 18:00 hrs. los espacios se veían más amplios, los ruidos más fuertes y la gente más grande, una sensación de poca cosa invadió mi cuerpo y comencé a sentirme cada vez más pequeña, me dolió el pecho y la respiración se agitó, "estás bien cristy, nada va a pasar" pensé, mientras intenté calmarme, aun avanzando lo más rápido a mi micro, sabía el motivo exacto de esa sensación de mierda que me remecía nuevamente, saqué el celular y lo busqué en mi wsp, "hola estás?"....gracias por no responder ese mensaje, porque estuve a punto de exponerme nuevamente a ti, a putearte por enésima vez, porque el motivo de toda esa angustia y el motivo de esa crisis de pánico que estaba viviendo en medio de estación central era producto de tu violencia y lo vulnerada que me sentí.
Es inevitable que los recuerdos no vuelvan cada cierto tiempo, volvieron en el lugar menos indicado, y tuve que afrontarlos, sola, destruida y buscando explicaciones en quien jamás me las daría, fue inútil creer que estarías para ayudar, porque ni para eso tienes disposición o empatía, simplemente es inútil pensar que existes de la forma que te creí.

Dicen que una mujer violentada tarda en promedio 7 años en superar una experiencia de violencia, yo a penas llevo un año y cada vez que una crisis me remece, vuelvo a sentirme como me sentí en el inicio de esto, de seguro no soy la única que se siente así, de seguro hay otra mujer pensando o queriendo escribir esto, de seguro debe haber otro par que aun cree que esa misma persona que la llevó al infierno a ratos puede salvarla, de seguro después de pensar eso se siente una total idiota, es normal, es natural, es parte del proceso, sentirse así de dañada, de dolida y desolada, porque aunque suene general, la violencia al final de todo, es única, y cada alma que la ha vivido sabe hasta que punto fue dañada, por mi parte estoy, sanando, de a poco y muy lento, pero también a veces muy destruida, queriendo no volver a sentir lo que viví ayer en la Estación, añorando mis días en que esto no era parte de mi y que hoy debo asumir para poder seguir, para "dar vuelta la página" y para que estos 7 años, si no son más, pasen volando...porque aunque sea cosa de actitud, aunque sea cosa de amor propio, hay marcas que el corazón, que el alma y el cuerpo no borran sin dejar cicatrices, y esas son las que hoy se manifiestan y que duelen, tanto o más que en su momento.